La Habana, es la capital de Cuba, y el centro económico, cultural y científico del país. Destaca por su extenso y hermoso litoral, en el que pueden disfrutarse de más de 14 km de playas.
Detrás está la gran ciudad rodeada por un cinturón verde que contribuye a la salud ambiental de la urbe. La Habana Vieja es su centro histórico, cuyas plazas y su sistema de antiguas fortificaciones fueron declarados en 1982 por la UNESCO, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Su arquitectura es el reflejo de una mezcla de estilos y el testimonio de diferentes épocas, desde la corona española, hasta la actualidad.
Durante la primera mitad del siglo XX la mayoría de las viejas construcciones coloniales fueron demolidas para levantar otras imponentes con fachadas neoclásicas. Sin embargo durante la década de los 90 comienza el rescate del ambiente histórico de la Habana Vieja, impulsado por la oficina del historiador de la ciudad.
En la actualidad, la Habana Vieja es una de las zonas de mayor atractivo turístico del país gracias a la restauración de iglesias, fortalezas y otros edificios históricos.
Debido a la gran cantidad de turistas la vida en la Habana Vieja es muy activa y en ella se llevan a cabo ferias de artesanías, libros, presentaciones artísticas, etc.
No a todo el mundo le gusta y es que es muy especial. Muy pobre y a la vez tan rica, muy triste pero al mismo tiempo tan alegre… Cuba tiene una belleza oculta.
Para viajar a Cuba necesitarás:
1 billete de avión ida y vuelta.
Tu pasaporte en vigor.
1 visado que puedes adquirir en esta página: https://onlinetours.es/visados-a-cuba por 22€
1 Seguro de viaje. *Nos lo sacamos pero una vez allí nadie nos lo pidió.
La Habana
Llevo viajando a Cuba desde que tengo 12 años y para mí estar allí es como estar en casa. Este viaje lo hice con Felipe, un gran amigo.
Es cierto que no es lo mismo ir a Cuba a un hotel y de turista, que ir a casa de un cubano y moverte con cubanos. Nosotros tenemos allí familia así que siempre nos quedamos en casa de mi madrina. Despertarte allí y desayunar con ellos, cocinar con ellos…es diferente. Es vivir su vida, es sentirte uno más.
Pasamos grandes momentos en esa terraza con Estrella, tomando cervezas y cocinando con música de fondo, bailando, riendo…
Callejeando
Pasear por La Habana es viajar en el tiempo, es imaginar la perla de Caribe en su mayor esplendor… pero efectivamente tienes que tener imaginación. A Cuba hay que ir sin expectativas, sin grandes esperanzas, porque si no te llevarás una gran decepción ya que La Habana es pobre, muy pobre.
”When you travel, remember that a foreign country is not designed to make you comfortable. It is designed to make its own people comfortable”
Esta es la mejor forma de definirlo. Ellos viven así, no quieras llegar e imponer tus costumbres o gustos. Es su ciudad y su vida, la cual no está hecha para agradarte a ti. Si tienes claro esto, te relajas y te dejas llevar por su encanto te aseguro que vas a alucinar.
Piérdete por sus calles, deja a un lado la guía, siéntate en el bar donde más cubanos veas, haz cola en los puestos de pizzas que cuestan 10 pesos cubanos y tómate un jugo de guarapo de un peso. Viaja en guagua por menos de medio y camina, camina, camina…
La Habana es segura, pero no tientes a la suerte. Para ellos eres un cajero automático, te ven la cara de turista antes de que pongas un pie en la calle. No vayas con ropa ostentosa ni lleves joyas o reloj. Pero la mejor forma de evitar timos y estafas es no hacerles caso. Este punto es muy importante porque hasta ellos te lo dicen, son muy pesados!. Te comen la cabeza de tal forma que aunque no te interese lo que dicen al final te llevan donde quieren. Un ‘NO ME INTERESA’ a tiempo te puede evitar muchos líos. Sé cortante porque siempre siempre siempre te van a intentar sacar algo a cambio.
Algo que a todo el mundo le llama la atención cuando camina por La Habana vieja es que siempre hay música en las calles, y niños, muchos niños. Y también gente muy auténtica.
Para moverte lo mejor es la guagua (0,10 céntimos y hay muy buena conexión de autobuses), caminando o en los coches particulares que utilizan como taxis entre ellos (20 pesos cubanos los dos= 1€ aproximadamente). Los taxis, los cocotaxis y los coches de caballos están hechos para el turista y son carísimos. Ellos se mueven en guagua y no verás a muchos turistas dentro. Lo mismo, precaución con no llevar nada de valor o ir enseñando el último mega iPhone X súper plus y siempre vigilándote los bolsillos. Tampoco hay que ir obsesionado, sólo con un poco de sentido común. Nosotros los cogíamos varias veces al día e incluso por la noche y ningún día tuvimos problema alguno con nada ni nadie. Alquilar un coche o una moto resulta casi imposible porque no hay sitios que te lo ofrezcan y además te juegas que te multen cada dos por tres o peor, que te lo roben. Alquilar un coche con chofer todo el día también es una buena opción porque puedes regatear un precio ‘razonable’ y te despreocupas de todo.
La ciudad se ve en dos o tres días y es más que suficiente. Yo te aconsejo que no te quedes sólo en La Habana porque hay muchísimas excursiones que hacer fuera de La Habana súper interesantes y bonitas. Más adelante explico algunas.
Lugares típicos en La Habana
Es lógico que estando allí quieras visitar los sitios más famosos y hacerte la foto en la Bodeguita del Medio o en La Floridita porque son lugares que tienen su historia, nosotros también lo hicimos. Pero yo tengo que decirlo: son sitios claves turísticos y suelen estar abarrotados de gente, y los precios también son mucho más elevados.
La Bodeguita del medio
Es uno de los grandes lugares turísticos de la ciudad, por donde han pasado numerosos visitantes, desde escritores a políticos. Todos ellos dejan su huella en el local mediante algún recuerdo, fotos, objetos o grafitis en sus paredes. Nosotros dejamos la nuestra! En ellas se pueden encontrar copias de firmas tan insólitas como la de Errol Flynn y algunas originales como la de Salvador Allende.
En sus salas se puede disfrutar del ambiente típico cubano, con su gastronomía, su tabaco y su música; que recogen toda la esencia de la tradición.
El Floridita
También conocido como El Floridita, es un bar y restaurante que funciona desde 1817 y se hizo mundialmente famoso gracias al escritor y periodista Ernest Hemingway, quien acostumbraba visitarlo con regularidad.
Su eslogan es “La cuna del daiquirí” y el propio Hemingway acrecentó su fama con una frase que atrajo a turistas de todo el planeta: Mi daiquiri…en el floridita.
Dentro suele haber un grupo tocando música en directo que no para de pedirte propinas, el daikiri cuesta 6€ y pequeño y está a reventar de turistas.
Hotel Inglaterra
Este sí que me parece buen lugar para tomarse un mojito o un cóctel tranquilamente en su gran terraza y a buen precio. Este hotel histórico de estilo colonial está ubicado en un edificio de 1875 enfrente del Parque Central y a un minuto a pie del Gran Teatro de La Habana. El hotel tiene un restaurante elegante con techos altos, una cafetería animada en la acera y un bar tranquilo. Hay también una terraza de moda en la azotea con jacuzzi, tumbonas y coctelería.
En el parque de enfrente (bueno en realidad por toda la ciudad los vas a ver) encontrarás a algún vendedor de maní (cacahuetes) que están bueniiisimos!!. Nosotros compramos varios cucuruchos por 1 peso cubano y nos sentamos a tomarnos un mojito.
El Capitolio
Tuvimos la mala suerte de coincidir con la reforma ya que desde el 2010 se encuentra en proceso de restauración así que ni me molesté en intentar sacar una buena foto para que salieran todas las redes y vallas metálicas. En internet podéis encontrar muchas fotos.
El Capitolio es un edificio construido en 1929 por encargo del entonces presidente cubano Gerardo Machado. El edificio estaría destinado a albergar y ser sede de las dos cámaras del Congreso o cuerpo legislativo de la República de Cuba. Inspirado en el Panteón de París, San Pedro de Roma y en el Capitolio de los Estados Unidos, el edificio presenta una fachada acolumnada neoclásica y una cúpula que alcanza los 91,73 m de altura.
Situado en el centro entre las calles Prado, Dragones, Industria y San José, es el origen kilométrico de la red de carreteras cubanas, y después del triunfo de la Revolución, cuando fue disuelto el Congreso, fue transformado en la sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y de la Academia de Ciencias de Cuba. Desde 2010 se encuentra sometido a un proceso de restauración capital para devolverle sus funciones primigenias y que vuelva a ser la sede del parlamento cubano.
Abierto al público, es uno de los centros turísticos más visitados de la ciudad, habiéndose convertido en uno de los iconos arquitectónicos de La Habana y es considerado habitualmente el edificio más imponente de la ciudad. Asimismo, aparece nombrado por algunos expertos como uno de los seis palacios de mayor relevancia a nivel mundial.
La Catedral de la Virgen María de la Concepción Inmaculada
La plaza vieja
Hostal Valencia
¡En La Habana se puede comer buena paella! ¡Sí, de verdad!
Está situado cerca de las encantadoras Plaza de Armas y Plaza de San Francisco de Asís, garantizando el acceso fácil a muchos puntos de interés de esta zona. La también conocida como Casa de Valencia en La Habana es un sitio de culto a la tradición valenciana.
Cuando éramos pequeños veníamos aquí a comer las tortitas de camarones. Ahora ya no las hacen. Una pena porque eran las mejores del mundo. Pero puedes tomar café en el precioso patio interior que tienen o simplemente almorzar si no quieres una paella.
Impresionante su patio interior.
Después de visitar tantas cositas te entrará mucha hambre… prueba los bocatas de:
La bien pagá
Bocadillos a 2 CUC. La Bien Pagá es un sitio muy popular entre cubanos que ofrece ensaladas, bocadillos y sandwiches, preparados y cocinados a diario en el mismo establecimiento con ingredientes frescos.
Siento no poner foto de los bocadillos, estaban demasiado buenos y teníamos demasiada hambre ^^
El Barrio chino
El barrio chino de La Habana se encuentra en el centro, conformando uno de los más antiguos y más grandes Chinatowns de América Latina. Llegó a ser considerado como el segundo más importante del mundo, tras el de San Francisco en California, Estados Unidos. Sus pequeñas tiendas de abarrotes y restaurantes tuvieron su origen en la acumulación de dinero que sus dueños lograron durante sus años como trabajadores contratados. Los primeros negocios de propiedad china se abrieron en 1858.
Es digno de ver. Os recomiendo que os deis un paseo.
El pórtico de entrada al barrio, inaugurado en 1999 fue financiado por el gobierno de la República Popular de China con materiales traídos de ese país. Recibe el nombre de «El Pórtico de la Amistad» y se halla en la calle Dragones. Es una estructura de hormigón de tres toneladas, 16 metros de ancho y 12 de alto. Su estructura de columnas y vigas es de hormigón armado revestido de granito gris, y la cubierta es de tejas de cerámica esmaltada en color dorado. Conforma una obra arquitectónica china única en América Latina y una de las mayores fuera de China.
Mercado de artesanía ‘El fin de siglo’ y Almacenes San José.
Cuando éramos pequeños y veníamos a este mercado era algo totalmente distinto a lo que vas a encontrar hoy en día. Ahora mismo podríamos llamarlo un mercado de souvenirs. Además al verte la cara te triplican el precio. Pero es típico dar una vuelta por estos almacenes y ver algún puesto artesanal que todavía sobrevive por ahí.
El museo del chocolate
Calle Amargura, La Habana, Cuba
El malecón
El Malecón habanero comprende una amplia avenida de seis carriles y un larguísimo muro que se extiende sobre toda la costa norte de la capital cubana a lo largo de ocho kilómetros.
El comienzo de su construcción se remonta a los inicios mismos del siglo XX, en 1901, durante el gobierno provisional norteamericano en la isla.
Su función principal además de ser una obra estrátegica para detener el agua, es ser un centro de atención turística y local. Los habitantes de la isla más cercanos a dicha estructura a menudo pasan las noches y madrugadas esperando el amanecer, tomando tragos y cantando con guitarras bajo las estrellas. Desde su construcción se ha convertido en signo de la isla, identificándola en cualquier parte del mundo. Este es uno de los puntos de reunión preferidos por amantes, poetas, filósofos y pescadores.
A lo largo de su recorrido puedes encontrar bares y terrazas para tomar algo y ver el atardecer… Como hicimos nosotros…Con una cervecita…
Plaza de la revolución
La plaza de la Revolución es una plaza pública de la ciudad de La Habana, Cuba, una de las más grandes del mundo con 72 000 metros cuadrados.
Fue creada en tiempos del presidente Fulgencio Batista y originalmente se la llamó plaza Cívica, aunque su fama internacional comienza con la Revolución cubana. En ella podemos encontrar el Monumento a José Martí esculpido por Juan José Sicre y frente por frente tenemos el Ministerio del Interior con la conocida imagen del Che Guevara tomada por el fotógrafo Korda hecha un relieve escultórico, obra de Enrique Ávila que dice “Hasta la victoria siempre”. En 2009 se inauguró la obra (del mismo artista y especificaciones técnicas) a Camilo Cienfuegos, otro gran héroe de la Revolución cubana.
Antiguo Almacen de la Madera y El Tabaco
La Habana, En 2014 el antiguo almacén fué restaurado por la Oficina del Historiador de La Habana y reconvertido en una pequeña fábrica de cerveza y en un restaurante. Al igual que en la Factoría Plaza Vieja, el Antiguo Almacén del Tabaco y de la Madera ofrece cervezas en sus modalidades clara, oscura y negra, …
Si te alejas un poquito de La Habana… Te recomiendo:
Playas del este. Una buena opción para ir a la playa y no alejarte mucho de La Habana.
18 kilómetros al este de la Ciudad de la Habana, se extiende por más de 20 km del litoral norte una franja arenosa en la que se encuentran las playas preferidas y más visitadas por los habaneros. Se encuentran una a continuación de la otra las siguientes playas: Bacuranao, Tarará, el Mégano, Santa María del Mar, Boca Ciega y Guanabo.
Bacuranao no os la recomiendo si no vais con alguien cubano de confianza porque es una zona SÓLO de cubanos y hay muchos robos. Te puedes llevar un buen susto. Os lo digo por experiencia. Nosotros nos lo llevamos.
Sin embargo Guanabo, Tarará, o BocaCiega son de fácil acceso y más seguras. Eso sí, no esperes encontrarte una playa como en Maldivas porque las playas de La Habana no son así. Las mejores playas están en los cayos. No es que sean feas, pero el agua no está limpia y para mi no son las mejores playas en las que he estado.
Hasta aquí puedes llegar en el autobús A40 (la antigua 400) pero pregunta antes porque esto puede cambiar y nos costó 0,40 centavos/persona. Cuidado porque intentan cobrarte 1 CUC ( aún así sería una risa pero no está bien que te intenten engañar, no lo permitas).
Lo más divertido de ir a la playa en La Habana es el ambiente de gente que hay por todas partes. Jugando a la pelota, escuchando música, bailando… También puedes encontrar un montón de chiringuitos donde probar las famosas y auténticas ‘cajitas‘.
Pueden estar rellenas de arroz con frijoles, arroz con carne de ‘puerco’ o lo que hayan cocinado ese día y todo acompañado con ensalada. Cuestan 35 pesos cubanos mas 15 del refresco (hablamos de peso cubano CUP) y hay que probarlas al menos una vez si estás en La Habana. También las venden en la ciudad.
Os animo a que hagáis una excursión a la playa y así os despejáis un poco de la tan agitada ciudad.
Otra excursión que a mi me encanta es:
Cojimar. Un pueblecito pesquero con mucho encanto.
Es una localidad de Cuba, situada a unos 7 km de La Habana, que forma parte del municipio de la Habana del Este. Cuenta con 20.390 habitantes.
Es un lugar precioso que me encanta sobre todo por la paz y la tranquilidad que transmite. A veces llega algún autobús con turistas pero para nada es algo agobiante. Este pueblo tiene mucha historia y se come muy bien.
Para llegar aquí hay autobuses que van directos por 0,10 centavos.
Es famoso por sus ‘terrazas’ donde almorzaba el escritor Hemingway.
Justo al lado del Torreón de Cojimar se encuentra el Monumento a Ernest Hemingway.
En Cojímar Hemingway tenía atracado el Pilar, el barco en el que salía a pescar y que hoy se conserva en el jardín de Finca Vigía.
Gregorio Fuentes, un pescador de origen canario instalado en este pueblo costero, fue su fuente de inspiración para el protagonista del libro “El Viejo y El Mar“, gracias al que ganó el premio Pulitzer en 1952 y el premio Nobel de Literatura en 1954.
A la muerte del escritor, en 1962, los pescadores de Cojimar fundieron sus anclas para crear un busto en su honor, que se sigue conservando en el frente marítimo, enmarcado por pilares y grandes arcadas.
La casa en la que vivió Gregorio Fuentes hasta que falleció en 2002 a los 101 años de edad se encuentra en la Calle 98.
Otra curiosidad de este pueblecito costero es que en junio de 1945 se pesca a unos 3km frente al castillito el mayor tiburón blanco que se haya fotografiado, pesaba más de 7,000 libras y 21 pies de longitud. Se le nombró en el periódico Le Monde como El Monstruo de Cojimar. Si buscáis en internet encontraréis fotos, yo no las pongo porque me da mucha pena.
Comerse una langosta en este pueblo con vistas al mar no tiene precio. Bueno sí, y no llega a 13$.
En septiembre el huracán Irma hizo resurgir una playa llamada ‘playa del Cachón’, que había sido en cierto sentido “robada” a la naturaleza. La playa se encuentra justo en la desembocadura del río Cojímar, que se ha convertido con el paso de los años en vertedero de algunas industrias y de la basura de varios repartos residenciales.
Foto de mi viaje en 2009:
Foto de la zona en 2017:
Al final de esta playa hay un sitio al que siempre me encanta ir. Y es este:
Es un puente levadizo super destartalado en el que siempre suele haber gente pescando. Y al otro lado están todas las barquitas de pescadores atracadas. Me encanta llegar hasta aquí y ver las vistas al atardecer. Es un sueño estar aquí y poder sentir en mi piel la historia y el paso del tiempo. Y por supuesto, un gran emplazamiento para hacer unas buenas fotografías.
Foto de la zona en mi viaje en 2009:
No me digáis que no es maravilloso…
Y si encuentras este puesto de fruta ‘El centro’, dales un saludo de nuestra parte! 🙂
Las terrazas. Río San Juan.
Si viajas a Viñales, un recorrido turístico que vale la pena visitar en Cuba es la excursión de ‘Las Terrazas’. Existe la posibilidad de ir en excursiones organizadas desde la Habana, o si prefieres, por libre. Esta excursión la hice hace tiempo cuando fui con mi novio, en este viaje no se la pude enseñar a Felipe pero os la pongo aquí igualmente porque merece la pena.
Empezamos con una caminata preciosa por la selva hasta llegar al Río San Juan hasta llegar a lo mejor de esta excursión: llegar al Río San Juan, a una distancia de 3 km. Es genial para refrescarse con un buen baño y comer bien en el restaurante que hay ahí . También existe la posibilidad de dormir en el hospedaje rural que hay junto al río con cabañas de madera en alto para quien prefiera alojarse y deleitarse con los hermosos saltos de agua y piscinas naturales. Las Terrazas es un paraíso verde para los amantes de la naturaleza. Nosotros fuimos en coche privado y el mismo chofer nos enseñó todo y lo invitamos a comer. La excursión nos costó unos 50$. Os hablo de esta excursión pero la hice en 2009!.
…
Por las venas de Cuba no corre sangre, sino fuego: melodioso fuego que derrite texturas y obstáculos, que impide la mesura, y muchas veces, la reflexión. Pero así somos y ese es nuestro mayor encanto y defecto: Estamos hechos de música. (Daína Chaviano)
2 Comments
Silvia
Eres auténtica!!! Me ha encantado el post!! Aprovecha y viaja ahora!!! Yo estaba viajando a Cuba leyéndote mientras sostengo a Preslav en brazos jeje.
marina
Guapísima! Cómo me alegra que te hayas teletransportado un poco 😀 Un besazo enorme!!!