Es una ciudad que vive principalmente del turismo y de los productos agrícolas que se exportan a Europa. Es centro comercial de su región y centro del trasporte del mineral extraído en el Atlas.
En la actualidad está dividida entre el centro con la gran medina o ciudad vieja y, fuera de las murallas, la ciudad nueva, construida por los franceses en la época colonial. La ciudad vieja y la nueva son tan diferentes que hasta aspectos como su administración se manejan por separado. Pero sin embargo, hay una regla muy particular para toda la ciudad: el color. El exterior de los edificios tiene que ser pintado en color rojo-ocre, el color natural de la tierra local. Usada tradicionalmente para la construcción. Y por eso se la conoce también como ‘la ciudad roja’.
¿Qué necesitas para ir a Marrakech?
Lo único que necesitas para viajar a Marrakech es:
-Billete de ida y vuelta. Nosotros lo compramos con Ryanair: 40€ i/v.
-Tu pasaporte en vigor.
Traslado del aeropuerto al centro de Marrakech.
El aeropuerto de Marrakech – Menara está muy cerca del centro de la ciudad, tan sólo a 6km aproximadamente. Puedes ir de varias formas. En Taxi o en autobús.
1. Taxi, la forma más cómoda y rápida de llegar al centro de Marrakech.
Cuando sales del aeropuerto te das cuenta de que el regateo empieza en ese mismo momento. Te abordarán un montón de taxistas y te pedirán cifras tan desorbitadas como 40€ por un trayecto de 15 minutos. Nosotros pactamos 12€ cuando volvimos. Es muy importante no subirte en el coche sin haber dejado claro lo que vas a pagar.
Vehículo privado: En el avión conocimos a unas chicas que habían contratado un vehículo privado a través de Booking.com y el conductor las estaba esperando allí con un cartel. Habían pagado 14€ por el coche entero y nos ofrecieron ir con ellas. Son coches grandes, tipo monovolumen y muy cómodos. Yo recomiendo esta opción sin duda alguna.
También están los Grand Taxi. En esta opción compartirás un coche entero con otras personas. El precio por vehículo es de 10€ aproximadamente, aunque al verte la cara de turista te querrán cobrar más. Yo creo que si quieres compartir mejor coge el autobús.
2. Autobús. La opción más barata para llegar al centro de Marrakech.
Autobús local. 11
Si buscas algo aún más barato para ir del aeropuerto de Marrakech al centro, puedes andar unos minutos hasta llegar a la parada del autobús local número 11. El billete cuesta sólo 6 dirhams (0,60€). Hay que cruzar el parking del aeropuerto, andar por la avenida principal y girar a la derecha cuando encuentres la rotonda. Camina unos 100 metros más y encontrarás la parada. Pasa un autobús cada media hora aproximadamente. Tiene parada en la plaza Jamaa el Fna.
Autobús de ALSA. 19
El billete cuesta 30 dirhams (3€) que se pagan directamente al conductor. La primera parada suele ser la plaza Jamaa el Fna. El trayecto dura unos 20 minutos y el vehículo tiene espacio para equipaje. Está operado por la empresa Alsa y sale cada 20 minutos de 6:15h a 21:45h
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¿Qué hacer en Marrakech en 4 días?.
Cuando empezamos a organizar nuestro viaje a Marrakech lo primero que nos preguntamos fue: ¿ Merece la pena hacer alguna excursión teniendo tan pocos días?. Pues, después de calcular un poco las distancias y hablar con amigos que ya habían ido, la respuesta fue no. Porque Marrakech tiene un montón de monumentos que visitar, restaurantes maravillosos que probar y bazares que recorrer. En nuestro caso decidimos que queríamos exprimir cada día al máximo y ver tranquilamente la ciudad. Pero no tiene por qué ser así, igual tú en 4 días quieres igualmente salir de la ciudad y no te importa hacer 3 horas para ir a ver algo más.
Hay excursiones muy interesantes, como por ejemplo:
Excursión a Essaouira: Esauira es una ciudad portuaria y turística situada en la costa atlántica de Marruecos famosa por el surf. Está a unas 3 horas en coche.
Cataratas de Ozoud: Son las cataratas más grandes e impresionantes del norte de África.
Tienen una altura de 110 metros y están localizadas en la provincia de Tanaghmeilt, a 150 kilómetros de Marrakech, en la cordillera del Atlas.
El paseo por las cascadas es muy bonito, podrás rodear las cascadas por ambos lados mientras ves la vegetación y la fauna, de hecho, es bastante común ver monos.
Excursión de 3 días al desierto de Merzouga: La parte más sorprendente del desierto de Marruecos y podremos contemplar los contrastes de los diferentes paisajes del país. Cruzaremos carreteras, pistas de tierra, valles, puertos, gargantas, dunas y pueblos con historia.
Y muchas más que podéis contratar en el propio hotel en el que os alojéis o en cualquier oficina de turismo en la propia ciudad de Marrakech.
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1- Pasear por la Plaza Jamaa El Fna.

Plaza Jema el Fna en pleno apogeo y la Koutubía al fondo.
Llegar a Marrakech es llegar a la ciudad de las mil y unas noches. Cuando el taxi nos dejó en la Medina y empezamos a caminar por sus callejuelas empedradas para llegar a la famosa plaza Jemna el Fna, sentí como si viajase en el tiempo 100 años atrás. Yo, que soy una fanática de las especias y los inciensos, me vi envuelta en una nube de sensaciones y contrastes difíciles de explicar. De pronto te llegaba a la nariz el aroma del cardamomo, también la canela, hierbabuena, té verde, incienso y mirra…
Y entonces llegas a esta plaza a través de una callejuela empedrada, que te atrapa y se graba en tu retina para nunca olvidarla. El ir y venir de la gente, las luces, el humo en el ambiente de los puestos de comida, los vendedores de caracoles, puestos de ropa, fruta y verduras, tatuadoras de henna, encantadores de serpientes, contadores de historias…
Es un auténtico espectáculo que debes ver por ti mismo para entender lo que quiero decir.
Rodeada de edificios con preciosas terrazas y azoteas que se han convertido en restaurantes fantásticos donde disfrutar de su increíble gastronomía.
Aquí: ¿Dónde comer en Marrakech?.
2- Regatear en el zoco.
Perderte por las callejuelas de los innumerables bazares que tiene Marrakech fue, para nosotros, lo más divertido de todo el viaje. El regateo es todo un arte para el que debes estar preparado y no te agobies ni te sientas apurado por negociar el precio de algo que te guste porque están más que acostumbrados. Hay un mito por ahí que dice que debes empezar ofreciendo un tercio de lo que te piden, pero también hay que usar el sentido común y llegar a un precio democrático. Normalmente acabas pagando la mitad y esa ha sido nuestra experiencia en todos los bazares.
A mi personalmente me encanta regatear y discutir el precio, así que me encontraba en mi salsa y acabamos comprando medio zoco: Babuchas de piel, espejos marroquíes, marca libros, pufs de lana, bolsos, collares, cajitas… ^^
Hay algunos comerciantes que se ofenden cuando les ofreces tan poco y te dicen que te vayas, pero no hay que tomárselo a mal, son sus costumbres y es su forma de hablar. Al final acabas haciendo amigos y todo.
¡ATENCIÓN!. Debes tener especial cuidado con las motos que circulan por las callecitas del zoco. Van a toda pastilla y un descuido te puede arruinar el viaje.
3- Visitar la mezquita Koutoubía.
La Kutubia es una de las más bellas mezquitas del occidente musulmán. De origen almohade y estilo hispano morisco. El minarete es el símbolo de la ciudad y se asemeja a la giralda de Sevilla. Domina el palmeral y la coronan cuatro esferas de bronce alcanzando los 77 metros de altura. Considerada patrimonio de la humanidad por la Unesco, la restauración de esta torre, el monumento histórico más famoso de Marraquech, se incluye dentro de un proyecto más amplio de recuperación de la plaza Jemaa el Fna.
También se la conoce como la ”mezquita de los libreros” debido a los numerosos puestos de libros que la rodeaban en sus primeros tiempos.
Hay una ley en Marrakech que dice que ningún edificio puede ser más alto que esta torre.
4- Entrar en el Palacio de la Bahia.
Dirección: Avenue Imam El Ghazali, Marrakech 40000, Morocco
Precio de la entrada: 70 dirhams. (7€)
Esta visita debería ser obligatoria. Es un palacio espectacular con una historia increíble.
La construcción del Palacio de la Bahia fue encargada por Ahmed ben Moussa, hombre influyente, hábil y poderoso, que fue visir (el cargo más alto después del monarca) del sultán Abdelaziz a finales del siglo XIX. Se dice que Ahmed ben Moussa dedicó este magnífico palacio especialmente a su preferida entre las 4 esposas y 24 concubinas que conformaban su harén; de hecho, palacio de la Bahia significa palacio de la bella o la brillante.
También se pueden visitar pequeños patios interiores que dan paso a salas donde Moussa recibía a los gobernantes y embajadores, tales como la Sala del Consejo, donde resalta especialmente el cielorraso pintado, u otras que fueron sus apartamentos privados. Más tarde, en estas salas fueron instaladas las oficinas del mariscal Lyautey, en tiempos del protectorado francés en Marruecos.
Mejor con guía
Dado que el palacio se encuentra vacío y no hay carteles explicativos en castellano, para poder disfrutar la visita y saber lo que es cada sala, recomendamos contratar un guía turístico. Nosotros reservamos un freetour en CIVITATIS que nos llevó por toda la ciudad explicándonos varios monumentos y puntos de interés incluyendo esta maravilla de palacio y la verdad es que quedamos muy satisfechos con el trabajo del guía. Al final de la excursión pagamos 5€ cada uno. (Menos de 5€ por persona es un poco ofensivo).
5- Jardines Majorelle.
Dirección: Rue Yves St Laurent By A-Maps، Marrakesh 40000, Morocco.
Precio: 70 DH (6,90€).
Horario: Abren desde las 8:00am a 17:30pm
Hay que tener en cuenta que se hacen unas colas interminables, así que si puedes sacar los tickets antes por internet te ahorrarás un buen plantón.
Los jardines de Majorelle representan un espacio botánico muy atractivo en la ciudad de Marrakech. Creados en 1924 bajo el diseño del artista francés Jacques Majorelle, en un primer momento funcionaron como propiedad privada del pintor para abrirse al público en 1947.
A partir de 1980, los jardines de Majorelle pasaron a propiedad del diseñador de moda Yves Saint Laurent, quien junto a su pareja se encargó de restaurarlos y de incorporar nuevas especies. Además, transformó parte del chalet en el Museo de Arte Islámico de Marrakech, exhibiendo su colección personal de objetos de Asia y África.
QUÉ VER EN LOS JARDINES
Cactus, yuccas, jazmines, palmeras, cocoteros, bananeros, bambús y plantas acuáticas son algunas de las especies que desde entonces abundan en el lugar. Además, el artista creó un llamativo color azul con el que pintó las paredes del chalet y de todo el jardín.
En la actualidad los jardines cuentan con vegetales de los cinco continentes y más de quince especies de pájaros característicos del país. Se trata de un importante atractivo turístico, sobre todo para aquellos que busquen apartarse de la ciudad y disfrutar de un día de descanso al aire libre.
6- Darte un baño en un Hammam.
Los Hammam son baños tradicionales que antiguamente eran frecuentados por las clases altas pero que en la actualidad son visitados por la mayoría de los ciudadanos de Marrakech, además de los turistas.
Originarios de las termas romanas, los Hammam no sólo representan un espacio donde asearse sino que además son un importante centro de reunión. Para no perder la tradición, los marroquíes siguen frecuentándolos habitualmente, siendo también uno de los principales atractivos turísticos de Marrakech.
Esto nosotros no lo hicimos pero es algo que mucha gente recomienda y cuenta maravillas. Nosotros no quisimos porque nos daba pereza básicamente meternos en habitaciones separadas a lavarnos cabeza y todo. No sé, si hubiese ido con más gente sí que me habría apetecido porque pasas el rato y te ríes. Pero sola no me llamaba mucho la atención.
Si buscas en google Hamman en Marrakech te aparecerán un montón. En la actualidad, existen dos tipos de hammams: los populares y los destinados al turista y al marroquí de alto poder adquisitivo.
Entre los más valorados están :
Hammam SPA Mille & Une Nuits
Si lo que deseas es revivir ese espíritu tan particular de “Las Mil y Una Noches” y sumergirte en un ambiente al mejor estilo marroquí, la mejor opción es visitar este reconocido hammam en Marrakech.
El sitio cuenta con tres áreas bien diferenciadas que acercan a sus visitantes a la cultura y tradición ancestrales del país: baños de vapor, el salón hammam y el salón de hidromasajes. Este hammam en Marrakech también cuenta con servicio de masajes y estética.
Dirección: Place Jemaa El Fna – Derb Debachi Nº58
Precio: a partir de 150 DH
Reservas: +212 (0) 524 443 079
Email: info@hammam1001nuits.com
Les Bains de Marrakech
En este hammam en Marrakech, podrás disfrutar del jabón beldi, jabón negro marroquí, y podrás usar la kissa, guante para fricciones, para terminar con una envoltura de arcilla llamada ghassoul. Incluye baños con leche, o con agua de naranja y pétalos de rosa, masajes con aceites especiales, y masajes con toallas con vapor de menta. Todo coronado con un delicioso té de menta.
Dirección: 2, Derb Sedra
Precio: a partir de 150 DH
Reservas: +212 (0) 524 386 419
Hammam Fitness Hilton
El Hammam Hilton de Marrakech se encuentra en el distrito de Targa, un poco alejado del centro de Mrrakech, pero merece la pena acercarse ya que ofrece servicios de excelente categoría. En el lugar también pueden tomarse placenteras sesiones de masajes.
Dirección: 230 carretera de Targa
Precio: a partir de 80 DH
Reservas: +212 (0) 673-575067
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Como habéis podido ver en Marrakech no vas a tener tiempo de aburrirte. Podéis visitar también:
Los curtidores de pieles: Aunque mucha gente dice que es una experiencia desagradable por el fuerte olor que hay allí.
La Madrasa de Ben Youssef: La Madrasa de Ben Youssef es una madrasa aneja a la Mezquita de Ben Youssef, en Marrakech, Marruecos. Alberga algunos de los más bellos ejemplos de arte y arquitectura de Marruecos. La madrasa, donde más de 800 estudiantes memorizaban el Corán, fue fundada por el sultán Abou al Hasan en el siglo XIV.
Palacio El Badi: El Palacio El Badi de Marrakech fue edificado a finales del siglo XVI por el sultán Saadí Ahmed al-Mansur para celebrar la victoria sobre el ejército portugués en 1578 en la batalla conocida con el nombre de la Batalla de los Tres Reyes. Según los cronistas de la época era la maravilla del mundo musulmán.
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